Colaborar como voluntario es algo que nace del corazón, no debe hacerse porque uno se sienta obligado a ello sino por vocación, de forma desinteresada. Se
puede prestar voluntariado para favorecer a colectivos como los niños,
las personas de la tercera edad, los desempleados o los animales u otras
actividades relacionadas con el medio ambiente.
Cuando el voluntariado se ejerce por vocación, se pierde la noción del tiempo, nos gratifica enormemente, nos llena y nos hace sentirnos útiles. Encontrar nuestro lugar en una organización honesta y afín a nosotros nos ayuda a crecer y a madurar como individuos entre otras cosas porque se aprende y se ejerce el compromiso, la implicación y la responsabilidad.
Imagen registrada*
Ser voluntario en una asociación sin ánimo de lucro, ONG u otras organizaciones altruistas o que velan por el bienestar de la comunidad nos ayuda a desarrollar valores como la tolerancia, el respeto, la empatía, la comprensión, la paciencia, la fortaleza, la solidaridad y el altruísmo, sobre todo cuando damos sin ser retribuídos o sin esperar mucho a cambio. El voluntariado nos hace humanos y nos ayuda a entender las necesidades de los demás y, si, además, no los juzgamos, aprenderemos a desarrollar la mente neutral. El trabajo solidario con los animales, en especial, si en la infancia hemos estado en contacto con mascotas o animales domésticos, hará que nos sintamos niños, sobre todo, cuando cuidamos de las crías de los animales, como los cachorros, siempre muy activos y con ganas de jugar. El contacto con los cachorros puede agotarnos pero nos hacen felices, repletos de una energía que nos desconecta de las preocupaciones del mundo y que nos hace valorar lo sencillo, lo auténtico. Esta energía también se experimenta en contacto con los niños.
Imagen registrada*
Existen líderes, emprendedores que llevan a cabo proyectos sociales para mejorar su comunidad y que tienen la seguridad o confianza en ellos mismos necesarias para ello, la fuerza que les hace superar los obstánculos. Personas como ellos son un ejemplo a seguir y contribuyen a concienciar a otras personas, al respeto hacia los colectivos por los que trabajan o dedican sus vidas.
Autora texto e ilustraciones: María Jesús Verdú Sacases
Técnica ilustraciones: Pastel blando / Acuarela
Texto e ilustraciones inscritos en el Registro de la Propiedad Intelectual
13 comentarios:
Hola Maria Jesùs Muchas gracias por la visita y tu comentario me ha encantado venir a conocerte.
Un post fantastico gente asi es un ejemplo a seguir.
Bicos mil y feliz fin de semana wapa.
Alguna vez leí que al voluntario se le debe agradecer profundamente, pues nos regala el único capital que no tiene repuesto: su propio tiempo.
Precioso lo que has escrito, Besos.
Al mismo tiempo que ayudas, de manera desinteresada a los demás, te estás enriqueciendo con los valores que te aportan y, de la misma forma, aprendes a valorar mucho más lo que tienes.
Cariños en el corazón.
Kasioles
Acabo de dejarte un comentario y no sé si lo has podido recibir, me avisan que es un fallo.
Volvía para agradecer tu otro comentario, me alegra mucho que hayas acabado tus estudios y que sientas inquietudes por la cocina.
Verás que mis recetas son sencillas e intento explicarlas lo mejor que sé.
Cariños en abrazos.
Kasioles
Es cierto, creo que es una noble tarea, que merece respeto y admiración.
Gracias por este homenaje a todos ellos.
Un abrazo!
Cuando tenemos vocación de servicio y trabajamos voluntariamente en una buena causa, realmente disfrutamos de esa actividad y esas experiencias que vivimos nos enriquecen y permiten ir creciendo como personas.
Bonito post, gracias María Jesús!
El Voluntariado es Sagrado y Vivificante para las Almas enmoradas de la Vida.
Un Abraçada.
¿Cuáles son las que más te gustan?
Cariños.
kasioles
Dime que croquetas quieres hacer, hay muchas posibilidades: Bacalao, jamón, huevo cocido, pollo etc.
No sé que pasa, pero al dejarte el comentario, al poco recibo un correo que me dice que he cometido un fallo.
Cariños.
kasioles
Intentaré explicarte, de la mejor forma posible, como hacer esas croquetas que tanto te gustan.
Ingredientes: 100g de jamón serrano muy picadito, dos huevos cocidos y picados, 75g de mantequilla y 75cc de aceite, 170g de harina y casi un litro de leche. Para rebozar, necesitarás harina, huevo batido y pan rallado.
Si las cantidades te parecen grandes, puedes hacer las croquetas con la mitad, te saldrán muchas menos pero para probar...
Preparación: Echar en un cazuela el aceite y la mantequilla, dejar que ésta se derrita y volcar la harina. Con unas varillas o cuchara de madera, remover rápidamente y dejar un rato que se cocine la harina, pero sin que llegue a coger color tostado, se va añadiendo la leche poco a poco, sin dejar de remover. Verás que la leche va desapareciendo y necesitas añadir más. Incorpora el picadillo de jamón y huevo que tenías ya picado, remueve para mezclar. Según vas removiendo, te das cuenta que los grumos que en un principio tenías, van desapareciendo, añade la leche que te queda, sigue dando vueltas y cuando veas que la masa resultante se despega de los bordes de la cazuela, es señal de que ya está. Prueba de sal, añade si fuese necesario, pero ten en cuenta de que el jamón lleva sal.
Vuélcala en un fuente lisa y deja que se enfríe bien.
Coge porciones de la masa, dales forma de croqueta alargada o haz bolas, pásalas por harina, huevo y pan rallado, fríelas en abundante aceite y al sacarlas ponlas sobre un papel absorbente de cocina para desengrasarlas un poco.
¡Suerte! Que te gusten y te salgan bien.
Cariños.
Kasioles
Puedes echarle menos agua o dejarla más tiempo sobre el fuego removiendo, así se evaporará el agua e irá adquiriendo la consistencia que tú desees.
Cariños y buena semana.
kasioles
Querida Ma. Jesus.
El voluntariado es excelente para la salud del alma.
Gracias por recordárnoslo.
Un abrazo grande.
Publicar un comentario