Los efectos de la
energía reiki se potencian considerablemente, cuando se llevan a cabo en equipo
y sobre todo cuando se hace de forma comprometida pero desapegada en la que uno
asume su papel de mero canal de energía y acepta que es la energía y los guías
quienes llevan realmente a cabo el proceso energético a través de nosotros. Por
tanto, a pesar de tener la intención de ayudar y un propósito, hay que tener la
humildad de asumir que la verdadera sanación corresponde a la divinidad, quien dirige la energía
canalizada a través de nosotros como sus meras herramientas en la Tierra.
La energía reiki
nos ayuda a elevar nuestra vibración, a sentirnos en paz y conectados con algo
superior a nosotros lo cual aunque no sepamos explicar, podemos experimentar
como seres espirituales que somos en carne y hueso. Reiki nos acerca a nosotros
mismos y a los demás y contribuye notablemente a la transformación y sanación
de nuestra realidad.
La serenidad y el
calor de la energía que se siente en cualquier imposición de manos de energía
reiki es la puerta de acceso a la capacidad espiritual que reside en cada uno
de nosotros. Vivir esta experiencia compartiéndola con los demás y sintiendo
como nuestros guías de luz trabajan con nosotros, es algo sumamente
gratificante para lo cual no siempre existen palabras pero que se acerca a la
perfección inherente a la raza humana alineada con el ser.
Los intercambios
de energía reiki en grupo generan lazos de unión entre sus miembros pues se
suscitan entre ellos una conexión de luz especial que potencia la fuerza del
grupo y las ganas de compartir.
La conexión con el
planeta Tierra es profunda y auténtica en Reiki pues puede enviársee energía al
planeta en su conjunto o bien focalizarla en un lugar concreto a kilométros de
distancia, o bien podemos enviarla allá donde estamos presencialmente, por
ejemplo, dirigirla a nuestro hogar, jardín y a sus plantas o a lo que en él
esté, por ejemplo, mascotas, a nuestro lugar de trabajo, también en parques o
plazas de ciudades o desde cualquier otro punto en el que estemos presentes y
al que deseemos infundirle energía de luz y de amor.
Reiki nos recuerda
que somos seres espirituales y que es posible crear un lugar mejor a través de
la energía y los símbolos.