La felicidad reside en la satisfacción y la aceptación de lo que nos sucede y en el ensalzamiento de lo positivo de cada experiencia. Sin embargo, la verdadera felicidad se basa en la fortaleza, la confianza y la serenidad ante el conflicto y en la seguridad y en la fe en la propia capacidad para resolver las situaciones. La felicidad va de la mano de la intuición, que escucha a la guía y la voz interior y no teme a lo desconocido, a lo imprevisto o a lo inesperado.
La verdadera felicidad es un estado interior de no apego que no depende del lujo, la exclusividad o la ostentación sino que va siguiendo el camino del impulso cósmico en un diálogo interior apacible que va marcando sus huellas en el camino exterior que dibuja cada circunstancia. De este modo, la felicidad nace del instante y mira lo que tiene ante los ojos, suavizando las emociones y los juicios. Así pues, la verdadera felicidad aparta la crítica, la duda, la hipocresía y la testarudez, adaptándose al presente y agradeciendo cada paso con el firme convencimiento de que la sabiduría del Universo está de nuestro lado y de que nos toca jugar en las inmensas posibilidades que una mente abierta y lúcida intuye, sabe y vislumbra gracias al optimismo, la sensatez, el equilibrio y la inteligencia de un corazón lleno de amor y perdón por uno mismo, por los demás y por todo cuanto nos rodea.
La felicidad sabe escuchar y analizar con calma las emociones para tornarlas apacibles y embellecer así nuestros sentimientos para descubrir la belleza de nuestra luz interior y la de los demás, en una balanza de empatía, dulzura, paciencia, tolerancia y humildad.
La persona auténticamente feliz es serena, alegre, honesta, generosa y se nutre de la belleza que el momento presente nos regala en lo cotidiano para convertirlo en mágico, único y sublime.
5 comentarios:
La felicidad, cada uno ha de aprender a buscarse la suya en su vida cotidiana...
y hay que enseñárselo a los niños desde pequeñitos una asignatura mas como las matemáticas.
Un besazo
Profundo, bello y reflexivo,
siempre es un placer pasar por tu casa.
feliz semana.
un abrazo.
Te lo he dicho alguna vez? Soy auténticamente feliz!
Muy bello tu texto, María Jesús. Beso grande para ti.
ser feliz no sé si ya te lo dejé expresado , para mí es una cuestión de actitud:)
besitos de luz
iluminas pensamientos María Jesùs
Un buen análisis de la felicidad. Besos
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