sábado, 16 de octubre de 2010

La felicidad (2)





La felicidad pudiera definirse como un estado mental de plenitud y de paz interior en sintonía con nuestro entorno.

La felicidad implica aceptación, autonomía, equilibrio, confianza, flexibilidad y desapego, sin dependencias ni hábitos adictivos que esclavicen nuestras emociones y condicionen nuestros comportamientos. De esta manera, la felicidad es consecuencia de la libertad y de la opción de ser uno mismo, haciendo las cosas de corazón y no porque nos sintamos obligados a llevar a cabo un rol social determinado para agradar y recibir aprobación, dejando a un lado aquello que más deseamos para sentirnos a gusto con nosotros mismos, siempre desde el respeto hacia nosotros y hacia los demás.

En la felicidad respiramos con nuestras circunstancias, sintiendo como cada momento nos expande en la serenidad del ser, fortaleciéndonos en la adversidad y conociéndonos a nosotros mismos en la superación de los obstáculos, consecuencia inevitable del avance en el cambio.

La felicidad permite ser y dejar ser, fluir y dejar fluir aceptándose a uno mismo y a los demás en la plena confianza en el instante, fugaz y efímero, y liberándose del miedo a lo desconocido e imprevisible. La total apertura a lo que nos trae cada momento deja atrás la resistencia a lo que es y nos abre a recibir la lección de nuestra alma.

Safe Creative #1010177594058